El envejecimiento no es solo cosa de telómeros
Los telómeros son regiones de ADN que se encuentran en los extremos de los cromosomas y cuya longitud influye directamente en el envejecimiento. Sin embargo, no son los únicos de los que dependen nuestras arrugas, al menos no indirectamente. En este artículo, el biohacker Gonzalo Ruiz Utrilla nos habla de las cuatro cosas que podemos hacer para envejecer más despacio.
Agencias
La primera, el ejercicio físico, debe realizarse en su justa medida. Con el movimiento exigido por las tareas cotidianas sería suficiente, aunque Ruiz Utrilla aconseja que incorporemos ejercicio aeróbico y de alta intensidad: «Es muy efectivo para activar la telomerasa y alargar los telómeros», explica el experto. En cuanto a un ejercicio excesivo, nos alerta: «Ya no sería tan bueno, pues genera estrés oxidativo crónico y aumenta el cortisol, contribuyendo al acortamiento telomérico».
Dormir bien, comer sano y «relacionarse» con los telómeros
La segunda de las cosas que nos vienen muy bien para retrasar el envejecimiento es dormir bien. Con ello, controlamos el estrés y evitamos que se active el sistema parasimpático. Además, en tercer lugar, es esencial llevar una dieta rica en polifenoles y antioxidantes naturales.
En cuarto y último lugar, son totalmente aconsejables las relaciones sociales para influir positivamente en la actividad telomérica. «Crear vínculos con otras personas sumado al concepto NEAT (gasto energético fuera del ejercicio estructurado) es más relevante incluso que el deporte cuando hablamos de longevidad», concluye Gonzalo Ruiz Utrilla.
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