Hacer ejercicio físico para vivir más y mejor
El envejecimiento prematuro está directamente relacionado con una falta de ejercicio físico, altos niveles de estrés, una mala alimentación y un descanso inadecuado. Y es que, tal y como señala el experto en longevidad Gonzalo Ruíz Utrilla, «la falta de actividad física reduce la capacidad aeróbica, la función mitocondrial y la fuerza muscular, tres marcadores clave de longevidad».
Agencias
Por si esto no fuera poco, el sedentarismo afecta a nivel cognitivo y puede desencadenar otras muchas enfermedades. «Está vinculado a la resistencia a la insulina, el deterioro cognitivo o un mayor riesgo de diabetes tipo 2, alzheimer y osteoporosis», afirma Ruíz Utrilla.
Nunca es tarde si el ejercicio físico es bueno
Una persona que no sea deportista mostrará envejecimiento, a nivel celular o funcional, antes que otra persona que sí haga ejercicio regular. Pero lo bueno es que nunca es tarde para comenzar a hacer deporte. Eso sí: cada cual a su ritmo y, por supuesto, tomando las debidas precauciones. «Una lesión grave que nos afecte de por vida podría restar beneficios al entrenamiento. Lo importante es escuchar a nuestro cuerpo, priorizar la técnica sobre la carga», nos alerta Gonzalo.
Capacidad aeróbica, fuerza muscular y potencia son tres aspectos en los que debemos trabajar para gozar de mejor salud y mayor esperanza de vida. Recordemos: no se trata de sumar años a la vida, sino de darle vida a los años.
Consejos sobre estilo de vida para una mayor longevidad
Una de las primeras reglas, en lo que a estar en forma se refiere, es no permanecer mucho rato sentado. Asimismo, debemos realizar deporte regular y ejercicios de fuerza muscular como sentadillas, peso muerto, dominados o press de barca y remos. Cualquiera de ellos fortalece la masa muscular y previene las fracturas y caídas.
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