Día de las patatas fritas: 5 curiosidades de este tubérculo
Las patatas fritas son una delicia, de eso no cabe duda. Como tampoco dudamos de sus muchas calorías, cuando las cocinamos con aceite. Ahora bien, existen trucos para hacerlas más ligeras y poder aprovechar sus muchos beneficios para la salud. Además, merece la pena conocer algunas de las curiosidades que se esconden detrás de dicho tubérculo y que te desvelamos a continuación, con motivo de su Día Mundial el 20 de agosto.
Sara Niño
Tienen tanta historia que cuentan incluso con un museo. Se trata del Museo de la Patata Frita en Brujas (Bélgica), conocido como «Friet Museum«. Allí, puedes acercarte al origen de las patatas, al mismo tiempo que disfrutas de un cucurucho de la auténtica receta belga.
Papa, patata, Kartoffel
La etimología de «patata» es muy interesante. Dado que comenzó a cultivarse en América, su nombre de origen es «papa», una palabra con la que siguen refiriéndose a este tubérculo en Canarias, que es, a su vez, el único lugar europeo que sigue cultivando las papas andinas.
Por su parte, España fusionó las palabras «papa» y «batata», de lo cual resultó la patata tal como la conocemos en la actualidad. Y, en Europa, se ha adaptado este término a las lenguas de cada lugar: en Francia, han preferido llamarla «pomme de terre», mientras que en Gran Bretaña se han quedado con «potato» y en Alemania con «Kartoffel».
El Centro Internacional de la Papa y su papel en la alimentación nutritiva asequible
Las patatas cuentan también con su Centro Internacional, fundado en Perú en el año 1971 con el objeto del estudio de las papas. Asimismo, se encarga de ofrecer soluciones para mejorar el acceso a alimentos nutritivos asequibles, y está presentes en más de 20 países de África, Asia y América Latina.
Como alimento, la patata es poco calórica y muy saludable, ya que es rica en vitaminas A, B1, B2, B6, C y Ácido Fólico, minerales y antioxidantes. El único inconveniente es que el almidón absorbe muchos líquidos y, en el caso de las patatas fritas, el aceite las impregnará en su mayoría. Esa es la causa de que engorden tanto cuando las comes de esta manera. Ahora bien, se pueden hacer al horno solo con unas gotas de aceite o en la freidora de aire, que no precisa de aceite.
Ah, y no olvides que la piel de la patata es la que más nutrientes reúne. Por eso, si la lavas y retiras las manchas y brotes, puedes lograr una receta muy rica como la de Timesburg, al mismo tiempo que saludable. «Prepararlas con toda la piel hace que conserven la fibra, y eso las hace más digestivas», nos comentaban desde la cadena hace un tiempo.
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