5 tips para cuidar el pelo mientras duermes

La noche es un momento de regeneración celular y de dejar descansar tanto a la piel como al cabello. Pero, ¿sabes cómo cuidar el pelo mientras duermes? A continuación, vamos a ver 5 consejos para hacerlo de forma sencilla y eficaz.

Agencias

Como consejo general, diremos que, en caso de lavar el pelo antes de ir a dormir, deberemos secarlo bien. A continuación, también nos conviene un cepillado suave que lo libere los enredos. Otros consejos para cuidar el pelo durante la noche son:

• Aplicar una mascarilla capilar o un tratamiento sin aclarado. En cualquier caso, este producto debe ser muy nutritivo, para lo cual deberá contar con «ingredientes como los aceites de argán o coco y la manteca de karité«, en palabras de María García (responsable de experiencia de cliente en Dalire). La razón, según ella, es que estos compuestos «retienen la humedad y reparan las hebras».
• Emplear un sérum hidratante. De la misma manera que aplicamos este cosmético en la piel cada noche, también es recomendable hacerlo en el pelo. «No hay que olvidarse del cuero cabelludo, sobre todo si se sufre de descamación en invierno. Masajear unas gotas de aceite de almendras o romero, así, la circulación mejorará y se nutrirá la piel», explica María.

Una funda de almohada de seda para cuidar el pelo mientras duermes

Otra cuestión que no tiene que ver con los productos que usemos en el pelo, pero que le afectan de forma muy directa, es el uso de una funda de almohada que no sea de algodón. Los tejidos más adecuados para esta prenda de cama son la seda o el satén, puesto que permiten al cabello deslizarse suavemente, mantener la hidratación y reducir el frizz.

Por otro lado, debemos cepillar el pelo antes de acostarnos, para eliminar nudos y distribuir los aceites naturales. Además, si lo hemos lavado, habrá que secarlo bien (a poder ser, al aire libre o con el secador a baja temperatura). Tampoco es bueno recogerse el pelo con una goma muy apretada; es más adecuado una trenza suelta, en caso de no querer dormir con toda la melena suelta.