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Marjan Kamali: «Escribir un libro rompe al escritor y lo cura»

Entrevista a Marjan Kamali. Roto: David E. Lawrence.

Marjan Kamali: «Escribir un libro rompe al escritor y lo cura»

Nació en Turquía; es hija de padres iraníes y pasó su infancia entre Kenia, Alemania, Estados Unidos e Irán. Sus novelas son un canto a la libertad de las mujeres en este último país, además de historias con alma que llegan al corazón. Hablamos con Marjan Kamali, sobre su último libro, La joven de Teherán (New Compton Editores).

Sara Niño, para InMagazine

InMagazine (IM): ¿Cuál fue el trabajo de documentación que tuvo que realizar para escribir La joven de Teherán?

Marjan Kamali: Para prepararme para escribir sobre 1953 en Irán, leí libros sobre el golpe de Estado de 1953 y me sumergí en relatos autobiográficos. Leí con detenimiento artículos de prensa con cronogramas de lo ocurrido hasta la hora del 19 de agosto de 1953. También entrevisté a familiares y amigos de la familia.

Mi padre me ayudó con detalles de la época, como qué tipo de pasteles se servían en los cafés de Teherán en 1953 o qué tipo de películas eran populares. Descubrí algunos datos interesantes: muchos estudiantes de secundaria de Teherán aprendían a bailar el tango y el vals. Veían películas italianas en los cines y discutían sobre la democracia, el comunismo y el sistema parlamentario. Había
una verdadera sensación de que el país estaba en la cúspide de un gran nuevo comienzo.

IM: Esta novela recoge una parte muy importante de la historia política iraní. En su opinión, ¿cuál es el episodio más doloroso de contar?

Marjan Kamali: El episodio más doloroso de contar de aquella época fue el golpe de Estado de 1953. Sigue teniendo repercusiones en todo el mundo y, sin embargo, rara vez se habla de él a nivel internacional. Elegí el golpe como el incidente central del libro porque para toda una generación de jóvenes iraníes supuso una pérdida duradera: pérdida de inocencia, de idealismo, de confianza en las potencias extranjeras y, en muchos sentidos, de país.

Cuando entrevistaba a familiares y amigos de familiares que habían vivido el golpe, el hilo conductor que reconocí fue la intensa angustia y desilusión que se produjo. Para muchos miembros de esa generación, el golpe dividió para siempre su mundo en Antes y Después. Me sorprendió ver lo profundas que eran las heridas del trauma. Los acontecimientos de 1953 contribuyeron a allanar el camino para la revolución de 1979, 25 años después.

IM: Por otro lado, asistimos a la historia de amor de Roya y Bahman. Cuéntenos algo sobre los dos protagonistas.

Marjan Kamali (M. K.): Roya conoce a Bahman en una papelería en el Irán de 1953, cuando ambos tienen diecisiete años. Caen en picado, como dice F. Scott Fitzgerald, «en una intimidad de la que nunca se recuperan». Están locamente enamorados y planean casarse, pero son separados en vísperas del golpe de estado del país. Sesenta años después, se reencuentran cuando Bahman es un anciano en silla de ruedas en un centro de asistencia.

Roya procede de una familia de clase media de Teherán. Su padre es muy progresista para su época y quiere que sus hijas se eduquen y triunfen en el mundo profesional. Pero Roya es tímida y tranquila y su lugar favorito es la papelería del Sr. Fakhri. Allí, entre frascos de tinta, bolígrafos y libros, encuentra calma y refugio de las manifestaciones que tienen lugar en las calles. Bahman es un joven activista muy devoto del Primer Ministro Mossadegh. Quiere un Irán más democrático e igualitario y es muy apasionado e idealista. A puerta cerrada, sin embargo, se enfrenta a la enfermedad mental de su madre y a todas las ramificaciones de cuidar a un ser querido enfermo. Roya y Bahman se conocen en la papelería un martes, cuando tienen 17 años, y ese es el comienzo de un amor del que nunca se recuperan.

IM: El amor entre Roya y Bahman es otro de los protagonistas. ¿Cuál es el secreto para que, 60 años después, sigan amándose? ¿Te has inspirado en alguna historia real para retratar lo que ocurre en la novela?

M. K.: Creo que es posible llevar en el corazón todos los amores que hemos tenido. Cuando nos enamoramos en la juventud, ese primer amor nos permite experimentar el mundo de una forma totalmente nueva, en la que todos los sentidos se agudizan y nuevas vías quedan literalmente impresas en nuestro cerebro. Los estudios han demostrado que estos primeros amores tienen un enorme impacto en nosotros. Para Roya, Bahman amplía su mundo y la introduce en el activismo apasionado y el idealismo. Él respeta su amor por la lectura y la escritura y le permite plantearse lo que ella quiere en lugar de lo que su padre quiere para ella.

Para Bahman, Roya es una fuente de calma y satisfacción. Como hijo de una madre que sufre una enfermedad mental, lleva una gran carga al tener que cuidar siempre de su madre y explicar su comportamiento al mundo exterior. Roya le da espacio para respirar y simplemente ser sin tener que actuar o dar explicaciones constantemente. Es un gran regalo. Se atraen y se necesitan, y cada uno satisface una profunda necesidad psicológica del otro. Ninguna historia real me inspiró lo que ocurre en esta novela, pero sí algunos fragmentos de historias reales.

La joven de Teherán, de Marjan Kamali. Foto: New Compton Editores
La joven de Teherán, de Marjan Kamali. Foto: New Compton Editores

Uno de los temas que quería explorar es que el tiempo no es lineal, sino circular. En un momento dado, tenemos todas las edades habidas y por haber. En la escena inicial, Roya entra en el Centro de Mayores de Duxton con setenta y siete años. Pero cuando vuelve a oír la voz de Bahman, su prometido, al que no
ve desde hace sesenta años, también tiene diecisiete. Como muñecas rusas con diferentes versiones de nosotros mismos dentro, llevamos todas las edades y etapas de nosotros mismos todo el tiempo. Y así, nuestros amores nos acompañan siempre.

IM: Los libros desempeñan un papel muy importante en la novela. ¿Qué significan para
usted?

M. K.: Creo que los libros pueden curar el alma. Desde que aprendí a leer, los libros se convirtieron en mis verdaderos compañeros. Me transportaban a otro tiempo y lugar y me hacían sentir tanto empatía como empoderamiento. Los libros nos permiten vernos a nosotros mismos a través de las experiencias de otra persona. También estoy de acuerdo con mi amiga y escritora Virginia Pye, que escribe: «Todos y cada uno de los libros… son prueba del esfuerzo supremo de alguien. Todos y cada uno están llenos de promesas y buen corazón… la mera existencia de estos esfuerzos humanos significa que alguien había
creído en sí mismo lo suficiente como para poner la pluma sobre la página».

Una tercera novela, ya en el horno

IM: Sus libros son superventas. Aunque todos serán igual de importantes para ti, ¿cuál es su favorito, el que tiene algo que te ha marcado como escritor?

M. K.: Ah, ¡eso es como preguntarle a una madre si tiene un hijo favorito! Estoy orgullosa de mis tres libros. Cada uno de ellos fue escrito para poder abordar temas específicos que en ese momento me rondaban el corazón. La escritura de cada uno de ellos fue transformadora porque salí del proceso como una persona diferente. Escribir un libro rompe al escritor y lo cura. Y cada libro ha sido importante para mi crecimiento como artista, ya que espero haber avanzado en mi oficio con cada uno de ellos.

IM: ¿Está inmerso en algún otro proyecto literario en estos momentos?

M. K.: Mi tercera novela, Las mujeres león de Teherán, sale el 2 de julio de 2024 en Estados Unidos. Se trata de una historia de amistad. En este libro, dos chicas llamadas Ellie y Homa comparten las alegrías de la infancia, los altibajos de la adolescencia y van juntas a la universidad. Pero su amistad se rompe cuando una de ellas traiciona a la otra. Décadas más tarde se reencuentran y se reconcilian en Estados Unidos. Durante todo este tiempo, una de ellas, Homa, lucha por la libertad de las mujeres iraníes. Me emociona compartir esta historia con lectores de todo el mundo.

IM: ¡Gracias por su atención!

¡Muchísimas gracias! ¡Mando mucho cariño a los lectores de España!

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