El yogurtero que no usaba tecnología y ahora cree en la IA
Carlos es el propietario de un negocio local y familiar en el Valle D’Aran. Se trata de una yogurtería que produce el mejor yogur de la zona. Todo artesano, todo manual. De hecho, la tecnología era un excedente en esta empresa hasta que llegó Pau Garcia-Milà, co-CEO de Founderz, para presentarle a Copilot, la IA (Inteligencia Artificial) que le quitará mucho trabajo (que no «el trabajo») a partir de ahora.
Agencias
Pau estrena la serie documental IA en Marcha, producida por Founderz en colaboración con Microsoft. En el primer episodio, nos acerca hasta el Valle d’Aran para probar hasta dónde llevaría la IA el negocio de Carlos.
El papel de la IA en los negocios pequeños
La magnitud de esta tecnología nos puede hacer creer que solo es útil en negocios igual de grandes. Pero no es así. Precisamente, las empresas más pequeñas, que carecen de recursos, son las que más rápidamente pueden experimentar las mejoras. ¿Se imagina el yogurtero del Valle d’Aran un ordenador que grabe todos los datos sobre su tienda y responda a las preguntas de los clientes? Por su cara, parece que no.
La IA que presenta Pau a Carlos puede automatizar pedidos, gestionar encargos o realizar listas de proveedores y contactar con ellos para hacerles una oferta. Tareas todas ellas que le llevan mucho tiempo al yogurtero.Y es que la IA es un complemento muy potente: «No se trata de que nos quite el trabajo, sino de que nos quite trabajo», argumenta el co-CEO de Founderz.
La cara de Carlos lo dice todo: está alucinado. Coge el ordenador y lo toma con mucho gusto, pues le va a ayudar en todo lo «que no tenga ganas o no llegue a saber hacer», explica. «O sea, lo sabe todo, todo, todo», prosigue. Aunque es consciente de que aún debe familiarizarse con esta tecnología: «Bueno, poco a poco», concluye.
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