«Querer»: Alauda Ruiz dé Azúa solo necesita 4 episodios
Estamos inmersos en una vorágine de series que compiten por ser la mejor, o de la que más se habla. Y es que tantas son las plataformas de streaming con las que contamos en la actualidad que hay que producir contenido. A veces, ese contenido simplemente llena el espacio. Pero, otras veces, como es el caso de la miniserie Querer, de Alauda Ruiz de Azúa, el espacio se desborda. Y, aunque nos gustaría que fuera más larga, es un gran acierto la mesura con la que se ha compuesto la historia.
InMagazine
Miren (Nagore Aranburu) e Íñigo (Pedro Casablanc) son un matrimonio consolidado a ojos de los demás. Pero esto no se ajusta a la realidad. Es por eso que, tras 30 años de matrimonios y 20 de violaciones reiteradas, ella decide denunciarle; abandonar el domicilio e iniciar un periplo hasta que se celebre el juicio en el que ya hay quien la ha juzgado por su cuenta. Y es que ¿por el simple hecho de ser tu marido puede obligarte a tener sexo? ¿Si no expresas con la suficiente claridad que no quieres, se da por hecho que sí que quieres?
Un reparto de altura para una serie de nivel
Alauda Ruiz de Azúa, quien obtuvo el Premio Goya a Mejor Dirección Novel por Cinco Lobitos, demuestra un gran talento para la creación y dirección televisiva. En Querer ha sabido diseccionar en solo cuatro episodios una historia que podría haber abarcado mucho más por su complejidad. Querer, mentir, juzgar y perder son cuatro verbos que sitúan la acción de esta serie tan actual, necesaria, emocionante y dolorosa.
Los temas más relevantes que se nos plantean son el amor (o lo que debería y no debería ser), el matrimonio, el consentimiento en las relaciones sexuales, los abusos, la violencia de género, silenciosa y sistémica y el machismo.
Por último, destacar el reparto de Querer por las interpretaciones magistrales de los dos protagonistas, Pedro Casablanc (La infiltrada) y Nagore Aranburu (Patria). Junto a ellos, los dos actores que dan vida a sus hijos: Iván Pellicer (Sagrada familia) y Miguel Bernardeau (Élite). Este último, sin duda, es el gran descubrimiento, pues le toca el papel más difícil: de carácter arisco, como su padre, reniega de su madre y declara en su contra en el juicio. Papelón que acaba de la mejor manera posible.
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