¿Puede el whisky conservar un cadáver durante décadas?
La respuesta, al menos en la ficción, es sí. Natalie Jayne Clark, escritora, editora y productora que debuta en novela con Este whisky está de muerte (Maeva), nos lo demuestra a través de un relato fresco, sin dramas y mucho humor.
Sara Niño
Eilidh y Morag son pareja y deciden hacerse cargo de una vieja destilería de whisky en Campbeltown (Escocia). Planean ser las primeras mujeres en dirigir un negocio de «hombres». Sin embargo, el descubrimiento de dos cadáveres en unos barriles cambiará mucho la perspectiva de las mujeres.
El whisky y su elevada concentración de alcohol
Estudios demuestran que el alcohol conserva objetos y tejidos. En concreto, para mantener alejados de bacterias y descomposición los cuerpos haría falta, al menos, un 70 % de alcohol. El whisky parece una bebida bastante apropiada. Al menos así lo pensó el asesino de la novela de Natalie Jayne Clark.

Eilidh decide investigar por su cuenta quiénes eran los hombres hallados en los barriles y quién y por qué los asesinó. ¿Logrará dar con una respuesta antes de correr demasiado peligro?
Temas como la crisis de pareja, la bisexualidad y la criminalidad en un pueblo pequeño centran la trama de esta novela de humor negro.
Bloody Scotland International Crimen Writing Festival
Natalie Jayne Clark vive en Perth (Escocia). Escribe en la revista SNACK y es la productora asistente del festival de poesía StAnza. Además, es Embajadora del Whisky acreditada. La que tenemos entre manos es su primera novela y ha ganado el Bloody Scotland International Crimen Writing Festival.
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