Pan: ¿es integral todo lo que reluce?

El pan y la pasta integral son alimentos que han ganado popularidad en los últimos tiempos. Y es que son más sanos que el pan y la pasta blancos. Pero ¿todo lo que comemos o nos venden como «integral» lo es en realidad? Te damos algunos tips para que sepas diferenciar un pan integral del que no lo es.

Redacción

Los productos elaborados con harina blanca refinada y en torno al 1 % de salvado no son integrales, aunque su aspecto pueda parecerlo. Para que se considere integral, un pan debe haberse hecho con las mismas proporciones de harina, salvado y germen que está en el grano.

Además, la harina de un pan integral debe obtenerse moliendo el grano entero (con sus tres partes, el endospermo, el salvado y el germen), tal y como nos cuentan desde Vanille Bakery Lab. Por otro lado, los multicereales que tanto consumimos en la actualidad, dado que consideramos que solo por tener cereales han de ser sanos, están lejos de lo integral. Y es que estos panes se hacen con semillas de cereales, pero no tienen por qué ser integrales sino que, muchas veces, usan harinas refinadas e, incluso, las mezclan con harinas blancas.

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