La piel de la mujer «habla»: ¿qué nos dice en cada etapa?
Avene, A-derma y Ducray organizaron el curso Dermatología enfocada a la mujer, impartido ayer, 6 de noviembre, en el Centro Sanitario Sandoval (Madrid). Un evento al que pudimos asistir y que contó con la participación de dermatólogos de distintos hospitales de la capital. Entre las cosas que aprendimos, la más importante es que la piel nos habla, en especial a las mujeres. ¿Y qué dice la piel de la mujer en cada una de las fases de la vida?
Sara Niño
Muchas veces habremos oído la frase «la piel tiene memoria». Y muy buena, por cierto. Desde que nacemos, va acumulando vivencias y, durante los primeros años, es más sensible y vulnerable. Una fase que culmina con el inicio de la pubertad, que abarca de los 8 a los 13 años.
La piel de la mujer refleja trastornos hormonales como el SOP
En la adolescencia, tal y como explica la Dra. Patricia Burgos (dermatóloga del Hospital Ramón y Cajal), lo que más se produce es dermatitis seborreica con la consecuente caída del pelo. Por ello, «los cuidados de la piel deben cambiar», asegura la experta.

La siguiente etapa, la edad fértil, atesora diferentes eventos como pueden ser el embarazo y el posparto. A ellos podemos sumar algunos trastornos endocrinos que afectan a la regulación de los ciclos menstruales como es el Síndrome de Ovario Poliquístico (SOP). Un trastorno que lleva a la paciente al dermatólogo: «Por lo que más nos consultan es por el acné«, refiere la Dra. Burgos.
Es importante diferenciar entre el acné vulgar y el acné del SOP. El primer caso, «se manifiesta en las áreas seborreicas, y el acné del ovario poliquístico es más inflamatorio y afecta a mandíbula, escote y espalda», aclara la experta del Ramón y Cajal. Además, esta patología también cursa con alopecia androgénica.
El pelo y la piel en el embarazo y el posparto
La gestación detiene los ciclos menstruales, pero las hormonas siguen aumentando en el cuerpo de la mujer. El incremento, por un lado, de la progesterona y, por otro, de los estrógenos logra detener la alopecia androgénica. De hecho, «en esta fase, las mujeres ven crecer su pelo y tendrán una piel más turgente», relata la Dra. Patricia Burgos.
Con el parto, la reducción hormonal es evidente y ese exceso de cabello se elimina. «El efluvio posparto es prácticamente inevitable entre los 2 y 6 meses después del parto. Y el estrés también puede influir», narra Burgos.
La siguiente etapa que nos espera es la menopausia, cuando se detienen los ciclos menstruales y cuyos síntomas pueden aparecer hasta 10 años antes. «La piel se va adelgazando y aumenta la pérdida de agua», argumenta la experta. Y prosigue: «Podemos ver alopecia, hirsutismo y rosácea porque, al disminuir los estrógenos, hay un aumento relativo de los andrógenos».
La intervención de la doctora no podía terminar sin aludir a la edad geriátrica, en torno a los 85 años, cuando «aumenta la sequedad y estamos menos protegidos». Por ello, nos aconseja (más si cabe) atender a la fotoprotección, pues «las zonas más expuestas al sol van a tener más queratosis».
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