Marco Missiroli: «A veces miramos atrás sin arrepentirnos, pero con el deseo de volver a nacer»

Tenerlo todo, de Marco Missiroli, llegó a las librerías recientemente en castellano de la mano de Duomo Ediciones. Una novela donde el escritor italiano nos presenta un personaje que vive un ajuste de cuentas con el pasado. Así como espera que nosotros mismos, como lectores, hagamos un encuentro con nuestro pasado y definamos cómo nos gustaría vivir el futuro.

Sara Niño, para InMagazine

InMagazine (IM): ¿Cómo forjó la historia de Tenerlo todo?

Marco Missiroli: Solo pensé que tenía que decir la verdad, utilizando una escritura lo más cercana posible a la vida. Así que, un día, empecé y la única estructura a la que hice caso fue escribir una farsa cada vez, teniendo cuidado de dar a cada frase un sentido de autenticidad y existencia.

IM: Háblénos de Rímini, la ciudad donde está ambientada Tenerlo todo. ¿Qué tiene de especial, además de ser su lugar de origen?

Marco Missiroli: Es una ciudad que vive a la sombra de Federico Fellini y del verano con sus turistas. Pero es una ciudad con una segunda alma: la del otoño y la del invierno, que esconden un maravilloso sentido poético. Por eso mi personaje hace de estas estaciones intermedias una forma de esconder su secreto y de hacer de este secreto una fuerza. Rímini le ayuda, precisamente porque como el protagonista sabe esconder misterios a través de su doble alma, la alegre en verano y la melancólica en invierno.

IM: Sandro, el protagonista de la novela, regresa a la casa de su padre. ¿Este reencuentro es, también, un encuentro consigo mismo?

Marco Missiroli (M. M.): Lo es, y espero que también lo sea para el lector. Hay momentos en los que miramos atrás sin arrepentirnos, pero con el deseo de volver a nacer. Tenerlo todo es una novela que espero devuelva al lector a un hermoso ajuste de cuentas con el pasado que cada uno tenemos y con una forma de futuro que nos gustaría tener.

IM: ¿Ha inspirado alguien de su entorno el personaje de Sandro?

M. M.: Sí, y es un personaje dedicado a los que han tenido y tienen muchas pasiones en la vida. A veces las pasiones pueden ser espantosas, Sandro está atravesado por ellas y se enfrenta a esos demonios que son a la vez maravillosos y peligrosos. Hasta una posible liberación.

Una línea delgada entre tenerlo todo y no tener nada

IM: ¿Qué es lo bueno de tenerlo todo? ¿Y lo malo?

M. M: Lo bueno es intentar tener la fuerza para llegar a ser nosotros mismos cada día. Lo malo es el riesgo, a menudo doloroso, de arriesgarnos a ser ese yo que siempre hemos estado esperando.

IM: ¿Existe una línea muy delgada entre tenerlo todo y no tener nada (o, más bien, perderlo todo)?

M. M: Existe, y a veces no depende de nosotros. A veces la vida decide por nosotros, y lo hace de forma equivocada, pero esta novela muestra con esperanza que siempre hay tiempo para encontrar un camino diferente hacia lo que realmente somos.

IM: Hay dos temas importantes en Tenerlo todo: el amor y el juego. ¿Cuál de los dos es más fuerte en la vida de Sandro, o por cuál de los dos apuesta más fuerte?

M. M: El juego. Que en el fondo es una necesidad de amor. Y creo que en algún momento lo comprende y se da cuenta de que tiene que elegir la parte de su alma que le salvará. Esto no significa que no oiga el canto de sirena: jugar para él es conocer toda la densidad que la vida puede ofrecer.

IM: Su novela Fidelidad (2020) fue llevada a Netflix. ¿Puede ocurrir lo mismo con Tenerlo todo?

M. M.: Sí, se convertirá en una película. Y creo que será una película con una base poética y autoral, sin renunciar al poder del riesgo.

IM: ¿Está inmerso en otro proyecto literario del que nos pueda adelantar algún detalle?

M. M: Todavía no. Pero siento que algo se mueve. Hace falta paciencia, escuchar y, como siempre, saber apostar.

IM: ¡Muchas gracias por esta entrevista!