Estoy en la fase lútea: ¿qué snacks puedo comer?

La etapa del ciclo menstrual que va desde la ovulación hasta el sangrado se denomina «fase lútea». En teoría, se produce entre los días 15 y 28, aunque eso solo se da en los ciclos tipo -pueden ir desde los 24 a los 35 días y ser completamente normales-. Se trata de una fase caracterizada por un predominio de la hormona progesterona, imprescindible para madurar el endometrio y que pueda darse el embarazo. Niveles bajos no solo dificultan la gestación, sino que producen sintomatología diversa y muy incómoda. ¿Qué alimentos te ayudan a combatir estos síntomas?

Sara Niño

Durante la fase lútea, además, se acrecienta el apetito por comidas calóricas y azucaradas. Para no caer en estos «caprichos» que, dicho sea de paso, hacen que los niveles hormonales no sean adecuados, hay tres snacks muy saludables y ricos que puedes comer estos días.

Chocolate, cuanto más puro más beneficioso

El noir es saludable y está muy bueno. Puedes desde hacerte una bebida de chocolate a la taza que contenga, al menos, un 70 % de cacao, hasta merendar un par de onzas de este alimento antioxidante que te protege frente a enfermedades cardiovasculares.

El chocolate negro es rico en vitaminas y minerales. Dentro de este último grupo destacan el el zinc y el magnesio, que nos interesan especialmente para la fase lútea. Y es que el primero aumenta los niveles de progesterona y reduce los estrógenos, mientras que el segundo actúa a nivel del Sistema Nervioso Central y nos ayuda a conciliar el sueño estos días.

Frutos secos ricos en ácidos grasos

Las nueces son el fruto seco por excelencia en la se lútea. Son ricas en ácidos grasos omega-3, que reduce la inflamación, y zinc, el cual se absorbe mejor cuando se consume junto a una fuente de vitamina C.

Por último, las semillas de girasol y de lino juegan un papel fundamental en esta parte del ciclo menstrual. Las primeras poseen omega 6, vitamina B6 y Selenio, lo que las convierte en antiinflamatorias y en una ayuda indispensable para eliminar el exceso de hormonas. Las semillas de lino, por su parte, son ricas en vitamina C y B6, hierro y magnesio y mejoran el tránsito intestinal, muy importante puesto que la progesterona tiende a causar estreñimiento.