Disruptores endocrinos: ¿cómo evitar que nos dañen la salud?

El plástico y ciertos cosméticos y detergentes son algunos de los disruptores endocrinos presentes en nuestro día a día y que tan importante es evitar para reducir el riesgo de padecer determinadas enfermedades. Y es que estas sustancias son capaces de imitar el comportamiento de las homonas naturales, pero también de alterar los niveles de estas.

Redacción

Diabetes, obesidad, cáncer de mama o de próstata (hormono dependientes) y alteraciones en el aparato reproductor, tanto del hombre como de la mujer, que desembocan en infertilidad son algunas de las enfermedades que ocasionan los disruptores endocrinos. De este tema se ha hablado en la 64ª edición del Congreso de la SEEN (Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición), celebrado del 18 al 20 de octubre en el Centro de Convenciones Internacional de Barcelona.

El embarazo: una etapa en la que alejarse aún más de los disruptores

La gestación es una fase en la que hay que tener cuidado por dos. En el caso de los disruptores, la frase «cuanto más, lejos mejor» debería ser una máxima que seguir. La razón es que, «durante el periodo fetal, su acción (la de los disruptores) es más crítica y puede producir efectos que se mantengan durante toda la vida e igualmente sucede durante la infancia, lo que no significa que cuando somos adultos no puedan ser perjudiciales», dijo Ángel Nadal, catedrático de fisiología en la Universidad Miguel Hernández de Elche.

Entre las recomendaciones para evitar que los disruptores endocrinos nos produzcan alteraciones endocrinas y demás enfermedades derivadas están:

• El uso de recipientes de cristal o cartón. Evitar, en la medida de lo posible, comprar alimentos envasados en plástico, sobre todo los más grasos, puesto que las sustancias disruptoras se liberan más fácilmente hacia el alimento.

• Calentar la comida en recipientes de cristal. Esto es muy importante, si comemos en la oficina y nos llevamos el tupper, que debe ser de cristal. 

• Ventilar la casa durante, al menos, 15 minutos. De esta manera, se renueva el aire y se libera al exterior cualquier sustancia nociva.

Por lo demás, son las autoridades las que deben establecer medidas que prohíban la utilización de compuestos que se usan en comidas y bebidas y actúan como disruptores. De hecho, la UE tiene una lista en la que recoge más de 500 disruptores endocrinos existentes en la actualidad.