Cabello: dime cuál es tu tipo y te diré cómo cuidarlo
Existen cuatro grandes tipos de cabello: liso, ondulado, rizado y afro. El primero se caracteriza por ser recto, suave y sin ningún rizo, mientras que los otros cuentan con ondulaciones y rizos más o menos definidos, según subimos de nivel. Por ello, cada uno necesita unos cuidados adaptados a sus necesidades.
Agencias
El pelo liso precisa de champús suaves y acondicionadores ligeros, para no apelmazar. Además, en ocasiones, este cabello es demasiado fino, por lo que cortarlo a capas es una buena opción, para darle más volumen. «Lo mejor es alternar capas cortas con otras largas y así sucesivamente. Dar forma recta y cuadrada a la parte de abajo para conseguir un efecto de más cantidad», dicen desde David Künzle.
Ondulado, rizado y afro: hidratarlos es la clave
Los cabellos ondulados o de tipo «S» necesitan acondicionadores y mascarillas que definan mejor los rizos, al tiempo que los hidraten. También son recomendables los productos que eviten el encrespamiento.
Por su parte, el pelo rizado, que tiende al frizz, precisa de productos que hidraten y, también, que definan mejor las ondas. Entre los consejos de peinado y secado, está evitar el uso de secadores, así como el cepillado en seco. «Es mejor peinarlo en mojado porque en seco romperá nuestros rizos, pero también sabemos que mojado es cuando más débil está y más tiende a romperse, por lo que tengamos cuidado», nos advierte María García, responsable de experiencia de cliente de Dalire.
Para acabar, el pelo afro es el que posee los rizos más marcados, en forma de zigzag. Tiende a parecer más corto, y requiere de hidratación y nutrición intensa a base de aceites y mantecas. Las técnicas de peinado deben centrarse en no manipularlo demasiado ni aportarle mucha tensión, aparte de desenredarlo con mucho cuidado.
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