¿Tienes la piel seca o deshidratada?

Si te has hecho alguna vez esta pregunta y no tienes clara la respuesta, Esperanza Sáenz (responsable de imagen de Nezeni Cosmetics) nos ayuda a diferenciar la piel seca de la deshidratada y nos da unos tips muy útiles para cuidar de una y otra según sus necesidades.

Redacción

La piel deshidratada tiene carencia de agua. Si bien comparte rasgos con la piel seca, ya que ambas se producen por efecto de la edad, el estilo de vida, la contaminación y la exposición al sol y a climas secos, la deshidratación se muestra a través de un cutis apagado. «Luciremos un aspecto apagado y plano, sin luminosidad y con una coloración cenicienta, además de ojeras oscuras y aspecto más cansado», explica la responsable de imagen de Nezeni.

Por su parte, la piel seca carece de contenido graso, en lo cual influye la edad y el uso de antihistamínicos y otros cosméticos agresivos. «Un cutis seco se ve escamoso y, a menudo, con picor y erupciones que pueden provocar psoriasis, eccemas y dermatitis«, afirma Esperanza Sáenz.

En cuanto a los cuidados que necesita una piel seca, la experta nos recomienda productos con base de aceite y composición en ceramidas, además de evitar los limpiadores agresivos. Asimismo, «pueden ayudar los suplementos ricos en ácidos grasos Omega-3 y una exfoliación frecuente que evite la acumulación de células escamosas».

Para prevenir la piel deshidratada, Esperanza Sáenz aconseja «una crema más rica y con más emolientes, que actuarán como un sello y protegerán la piel de la pérdida de agua».