La cuarta semilla: una novela «para construir sociedad»

José Luis Serrano plasma su experiencia empresarial en la novela La cuarta semilla (Editorial Samarcanda). Una historia que entrelaza dos hitos históricos, la Segunda Guerra Mundial y la pandemia de Covid-19, con el propósito de «aportar mi granito de arena para construir sociedad», dice el escritor.

Sara Niño

El relato comienza en 1945, cuando un grupo de niños que escapaban de la gran guerra recibieron la ayuda de La Orden, una congregación que los coronó con cuatro semillas. La última de estas debía permanecer separada del resto.

Ha transcurrido casi un siglo y, en Burgalia, habita una familia propietaria de una cooperativa de olivos y gran productora de aceite. Eduardo es el heredero y el que encabeza la trama, mientras que su hermana Lidia, su madre Selena y su abuela Constanza son mujeres muy importantes en la vida de este. También lo será Lucía.

El teletrabajo en La cuarta semilla

Serrano no ha querido desperdiciar la oportunidad de reflejar en esta novela la crisis sanitaria que nos confinó a todos en marzo de 2020. Una crisis a la que sucedieron una depresión económica y social: «Cada generación tiene su gran crisis y todas ellas tienen distintas características», admite José Luis. Precisamente, él dedicó estos meses de crisis a la escritura de la historia que tenemos entre manos.

En la empresa que regenta Eduardo, como en la gran mayoría de las españolas, se instaló el teletrabajo. Una oportunidad de demostrar constancia, perseverancia y profesionalidad que los miembros de La Orden aprovechan para lanzar un proyecto rompedor. «Creo que la empresa es un ecosistema vital y ahí se generan experiencias que son el caldo de cultivo ideal para hablar de la sociedad actual», dice José Luis Serrano.

Blockchain, criptomonedas, smart contracts…

En La cuarta semilla entran en juego conceptos económicos que, para muchos, pueden sonar a chino. Criptomonedas, blockchain o smart contracts son solo algunos de ellos.

Sin duda, estamos ante una novela que no solo une dos épocas sino que da su lugar a la empresa como una gran familia, a la propia familia y a la revolución tecnológica, económica y social que vivimos en esta «nueva normalidad» que nos ha impuesto la pandemia.