Cosmética sólida: no se evapora, no se derrama

Las ventajas de la cosmética sólida son numerosas. Además de que se puede llevar tranquilamente en el bolso, sin miedo a que se vierta el líquido, está elaborada con ingredientes naturales; es respetuosa con el medio ambiente y, en el caso de los perfumes, no se evapora. Esto es lo que nos cuentan los fundadores de Di Oleo y Dalire, dos de las marcas pioneras en la elaboración de champús, desodorantes y perfumes sólidos.

Redacción

Los champús sólidos son los más populares, pero hay una amplia gama de cosmética elaborada sin agua o con un mínimo porcentaje de base acuosa. Desodorantes y perfumes son otros de los grandes beneficiados por la cosmética sólida. Los primeros gozan de un formato original en Di Oleo: una latita de aluminio con tapa de rosca. Se trata, además, de un «producto capaz de eliminar la bacteria responsable del desarrollo de olores. Absorbe la transpiración gracias a la raíz de arrurruz», señala Flip Van, uno de los fundadores de la marca.

Perfumes sólidos: duraderos, cómodos y fáciles de transportar

En Di Oleo, cuentan con fragancias elaboradas a partir de ingredientes naturales extraídos de plantas, vegetales, aceites esenciales y aceite de oliva virgen extra. Por si esto fuera poco, «son aromas libres de tóxicos y conservantes que van en un tubo de cartón biodegradable, sin nada de plásticos», explica Flip Van. Precisamente, ese envase los hace más cómodos y fáciles de llevar en el bolso, así como más duraderos, ya que no se evaporan.

Los champús sólidos duran también más que los líquidos, si los almacenamos adecuadamente. María García, de Dalire, nos aconseja: «Enjuagar bien antes de guardarlos y dejarlos al aire libre hasta que se sequen completamente».

En cuanto a la versatilidad de este tipo de champús, en Dalire los fabrican con texturas de aloe vera, macadamia, coco, aguacate y manteca de karité. En Di Oleo, tal y como destaca su otra fundadora, Tina Wilseens: «Los tenemos anticaspa, fortalecedores, nutritivos, hidratantes y para cabellos secos, teñidos, rizados, grasos o delicados».