Cebolla para mejorar la salud del pelo

La primavera es una época en la que puede carse el pelo con más frecuencia. Se trata de una caída estacional a la que no hay que dar mayor importancia, pero que puede prevenirse y combatirse con una buena alimentación y el uso de productos con ingredientes adecuados, como la cebolla.

Agencias

La cebolla es un ingrediente por el que están apostando las marcas cosméticas en la actualidad. Se trata de un antioxidante y antiinflamatorio rico en quercetina, zinc y azufre que previene la caída capilar, además de aumentar el crecimiento, la densidad y el grosor del cabello. Pero vayamos por partes…

La inflamación, causa del debilitamiento del pelo

Cuando se da un proceso inflamatorio en el cuero cabelludo, no llegan adecuadamente los nutrientes al folículo piloso. El pelo se debilita y tiende a caerse. Por eso, un champú anticaída debe contener ingredientes antiinflamatorios.

Por otro lado, la cebolla es seborreguladora, gracias a su contenido en zinc. Esto favorece la oxigenación del folículo y un crecimiento del cabello más sano y fuerte. De hecho, la alimentación que sigamos también debe ser rica en este mineral: «Nuestra dieta debe incluir huevos, espinacas, frutos secos y pescados grasos, con el fin de fortalecer desde dentro las hebras capilares», señala María García, de la firma de champús sin sulfatos Dalire.

El azufre, en el que también es rica la cebolla, favorece la síntesis de colágeno y queratina, lo cual se traduce en una mejor salud capilar, de las las uñas y la piel.

Consejos para mejorar la salud capilar

Elegir un champú adecuado es primordial, pero también lo es llevar a cabo determinadas acciones a diario que cuiden el cabello. Por ejemplo: no lavarlo en exceso, ya que lo desproveemos de sus aceites naturales, así como secarlo con cuidado y cepillarlo con un peine adecuado y «con técnicas suaves que no maltraten la flora capilar. Cepillar diariamente puede distribuir los aceites naturales desde la raíz hasta las puntas«, concluye María.

La primavera es una época en la que puede carse el pelo con más frecuencia. Una caída estacional sin mayor importancia que puede combatirse